lunes, 14 de junio de 2010

EL PARTIDO PANCARTA

EL PARTIDO PANCARTA
Los partidos en su fase inicial, por falta de medios o porque el discurso no estaba suficientemente elaborado, se sirvieron de la pancarta como medio de expresión preferente. La pancarta limitó el pensamiento, al mismo tiempo que simplificaba los contenidos. Se eliminaba así el debate y la educación política. Interesa el voto como asentimiento al poder. Es una manera de fideísmo de la sociedad moderna
La educación política es un activo de la máxima importancia para la estabilidad de los partidos; además de conseguir un voto informado, se logra un voto apologético. El voto que no es capaz de convencer a otros se empobrecerá. En el mundo de la información, pretender que los ciudadanos no accedan a una información veraz y contrastada, es una batalla perdida. Frente a la sociedad desinformada el antídoto lo encontramos en la capacidad de los ciudadanos para razonar acerca de lo que crea conveniente elegir.
Se estima en un 13% el número de indecisos en las próximas elecciones generales. El PSOE, sino hace una política más cercana, no está en condiciones de recoger apoyos sustanciales entre los nuevos votantes. Un dato significativo es que los afines al PSOE en 2008, que ahora se abstendrán o que votarán en blanco duplican a los del PP que declaran esta intención. El 12% de votantes que pierde el PSOE se inclinan por la abstención o el voto en blanco, frente al 6% del PP.
La política de suplantar la información, el debate y la educación política, por la pancarta, es una mala opción en los momentos actuales en los que la mayoría de la información proviene de empresas que buscan fundamentalmente la especulación. Los medios no son neutrales, non han realizado estudios especiales de filantropía. Sin duda, detrás de las diversas medidas, adoptadas por los gobiernos de todos los colores existen estudios profundos, pero los ciudadanos necesitamos saber mas. Un ciudadano desinformado es un arma capaz de disparar en cualquier dirección. Los regímenes totalitarios son muy cuidadosos a la hora de articular las políticas de información; el resorte más socorrido es la restricción y la desinformación; las consecuencias son palmarias: abstención y trasvase de votos.

Moncho Ramos Requejo.

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