lunes, 31 de enero de 2011

DESARROLLO MEDIAMBIENTAL

Distintos estudios dejan patente cómo la relación entre crecimiento económico y deterioro medioambiental en las actuales circunstancias políticas suponen una “U” invertida. Comienza el deterioro al tiempo que sube el crecimiento, pero puede alcanzar un punto de no retorno. A partir de ahí se necesita cambios; en la eficiencia técnica ha de ser uno de ellos, pero no es suficiente. Hemos de añadirle la irreversibilidad de las acciones medioambientales perjudiciales.
Otro fallo que deberíamos corregir son el trasvasar al precio de mercado la existencia de externalidades negativas, como puede ser el impacto negativo del deterioro medioambiental o la falta de incentivos adecuados que inciten a evitarlo.
El papel del cuidado del medioambiente en este nuevo modelo productivo debe ser clave, haciendo de la sostenibilidad un concepto transversal a todas las actividades económicas. Con esto proceso de cambio y de las reformas pertinentes, se configura la llamada Estrategia de la Economía Sostenible. El Desarrollo Sostenible afecta además de la económica, el medioambiente y lo social. Los tres están interrelacionados y se refuerzan mutuamente. Se requiere la aquiesciencia de poderes públicos, empresas y consumidos. Tendrán que combinarse soluciones e incentivos, estímulos que contribuyan a la aceptación social del cambio.
No es suficiente admitir la sobreexposición de los ciudadanos al gas tóxico del tráfico. Crear estilos de vida respuetuosos con el medioambiente debe ser uno de los objetivos de la educación. La atención a las personas ha de considerarse como persona integrada en un medioambiente sano. Los llamados “empleos verdes” ayudan a seguir las pautas de prevención, protección y reducción del consumo, que rigen la preservación de nuestro ambiente. En España se calcula que la economía sostenible tiene un potencial de creación de “empleo verde” en torno a un millón en la próxima década. Los ciudadanos algo podemos hacer, pero el trabajo principal incumbe a las instituciones, que han de saber motivar a los ciudadanos y a la empresas para crear estilos de vida dentro de una economía sostenible.


Moncho Ramos Requejo

SALVEMOS A LAS PERSONAS

A veces, recurrimos a los derechos humanos, para reivindicar medidas humanitarias discutibles. Si el respeto a la persona no ocupa el papel central poco futuro tienen los derechos humanos. No son pocos los autores que interpretan la doctrina de los derechos humanos como un residuo que queda después del desplome del marxismo como liberación del género humano en la era industrial; en este sistema la persona con diversas denominaciones ha ocupado el lugar del revolucionario. El incienso al hombre universal laminó a muchas personas. Perdidas las esperanzas de una revolución social, abandonan el intento de una emancipación colectiva. Quieren salvar el humanismo al margen de las reivindicaciones de la persona como referente universal.
Según Jacques Rancière “cuando los derechos humanos no son de utilidad, hacemos lo mismo que cuando las personas caritativas con sus ropas viejas. Se las damos a los pobres. Aquellos derechos que parecen ser inútiles en su lugar son enviados al extranjero junto a remedios y ropas viejas, con destino a gente privada de remedios,”. Así los derechos humanos son despolitizados, pasando de la política al reino abstracto de la ética deseable, donde quedan neutralizados. De este modo se evita que esos derechos se conviertan en motivo para un proyecto de emancipación colectiva.
La ideología de los derechos humanos concibe al hombre como víctima, ser sufriente que debe ser liberado de sus males. Y este estado de víctima asimila al hombre a su sustancia cosificada, a su mera resistencia a la muerte. Así la persona pierde la centralidad del proceso liberador. La singularidad del hombre consiste en su afirmación como ser espiritual, en su capacidad para ejercer su soberanía sobre la contingencia del sufrimiento y de la muerte, en sobreponerse a su mera animalidad cosificada.
Los problemas reales de raíz sociopolítica no pueden ser resueltos como meras asistencias caritativas. Muchas veces lo que se dice del respeto multicultural por la especificidad del otro, encierra la afirmación de la propia superioridad. Contamos con el otro en la medida en que se integra de forma acrítica en nuestro proyecto. El pensamiento totalitario tiene una inveterada tendencia a universalizar sus propios valores. El concepto de igualdad es entendido con frecuencia como la equivalencia con un modelo ideal que coincide casualmente con la ideología dominante antes que como igualdad de derechos entre sujetos radicalmente distintos. Abundan los casos en los que los valores propios se confunden con los derechos humanos universales, mezclando prácticas culturales discutibles con exigencias irrenunciables. Y esto se hace en nombre de la defensa de los derechos humanos.


Moncho Ramos Requejo

sábado, 29 de enero de 2011

MORALIDAD Y POLÍTICA

En el reciente plante –no huelga- de los Controladores aéreos es un buen momento para reflexionar acerca de la moralidad de personas que desempeñan trabajos fundamentales y que en el momento son insustituibles. La administración a través de leyes puede organizar la convivencia, pero la falta de moralidad, la proclividad corporativa al fraude requiere otros medios.
En 1990 Semprum, que había estado en los campos de concentración del nacismo, que había participado en la reimplantación del partido comunista de España en Madrd [1953], que había sido ministro de Cultura con Felipe González, pronunció en La Sorbona una conferencia, sobre “Mal y modernidad”, en la que intentó aproximarse al “mal radical” desde la filosofía clásica. En la moral clásica –San Agustis, Shelling y Kant- elaboraron una variación en torno al argumento: Dios es bueno, pero los hombres son libres para hacer el mal. En la conferencia de Semprúm, Shelling deriva el mal de la misma base constitutiva en la que descansa el ser humano. El mal también le pertenece a Dios. En cuanto pensador político Sepmprún no entiende esta argumentación, sin embargo se prestó a aceptar el razonamiento de Schlling. El mal, afirmó Semprúm es radical porque testimonia la incapacidad del hombre de elevar sus principios a leyes, universales. Se ha de ser fuerte para resistir las incitaciones al mal y a la corrupción.
La humanidad no ha tenido que esperar a Auschwitz para aprender que el ser humano puede abusar de su libertad. Semprún considera el mal esencial desde la perspectiva de las víctimas. Las acciones concretas no bastan para describir la esencia de los desafueros; no se consuman en el acto criminal, sino en los crímenes cometidos contra las personas y situación social de las personas: la esencia se manifiesta en el sufrimiento de los hombres y mujeres. Esa es una de las razones por las que los actos de los hombres y mujeres se ha de examinar desde la perspectiva del daño que infringen a las personas, del sufrimiento. El robo de pan no tiene los mismos efectos cuando se roba a un hambriento que cuando se hace a personas que no lo necesitan.
Después del plante de los controladores aéreos, la falta de decisión del aparato jurídico del Estado no contribuirá al incremento de inmoralidad de algunos sectores privilegiados de la sociedad. Los grandes sueldos han de ser correspondido con la exigencia de todas las responsabilidades, jurídicas y morales.

martes, 25 de enero de 2011

REVISION DEL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS

No fue buena la idea de construir el Estado a partir solo de las llamadas “nacionalidades históricas” [Cataluña, Euskadi, Galicia]. Fue más acertada la visión de un Estado plural y que se haga cargo de aquellas competencias que puede desarrollar.
Desde una perspectiva política que defienda la identidad de los diversos pueblos de España, el Estado autonómico, ha sido un gran invento, el cambio profundo que ha experimentado España se debe en gran parte a este hallazgo jurídico político. Pero no debe extrañar que nos encontremos con anomalías. Los años de la dictadura y de fuerte centralización han dejado una impronta en las costumbres y los estilos de vida de los españoles.
Una de las debilidades que se acusan es la duplicidad que se producen entre Administraciones al prestar el mismo servicio. La afirmación de la diferencia y de la diversidad genera con frecuencia una pérdida del sentido; nos hace más débiles. Pero este es un mal menor que ha de corregirse desde un sistema no centrado en la burocracia. Muchas corporaciones consideran que aferrarse a la burocracia genera una inercia que vulnera la capacidad para desarrollarse. En la sociedad actual, los centros de poder no siempre responden a las cadenas verticales de comando; dentro de las organizaciones conviven una gran variedad de relaciones que responden al principio de demonio, pero si al de cooperación, de igualdad, de respeto, de imitación
Las teorías sociológicas y politológicas aferradas a categorías dualistas ya no son útiles para estudiar las nuevas realidades sociales. En la práctica, los sistemas industriales y los gobiernos desarrollan modelos híbridos de autonomía y dependencia. Los procesos de individualización y diversificación no se apegan a las jerarquías. Las agendas públicas ya no son resultado único de iniciativas de los parlamentos o de las burocracias, sino de diversos grupos y actores con una gran influencia de lo que se considera subpolítica y que están relacionado con el creciente papel de aquellos agentes que no pertenecen propiamente al sistema político, pero que configuran las decisiones políticas: El burladero de un nacionalismo opaco.
Moncho Ramos Requejo

CONTRA LA EXCLUSION

CONTRA LA EXCLUSION
La inquietante experiencia de verse excluido, no sólo de las opiniones sino de toda la experiencia vital de un gran número de nuestros contemporáneos, es un efecto característico de las “sociedades democráticas” modernas. Los neofascismos tienen una genealogía, que no debe pasar desapercibida. En los medios de comunicación aparecen denuncias contra las políticas y los muros que impiden la representación de la voluntad popular o las brechas que profundizan las diferencias. La consecuente preocupación que produce la separación entre los diversos ciudadanos y los grupos, pone de manifiesto el aislamiento de individuos irrelevantes. La sistemática falta de comunicación entre grupos de ciudadanos es una evidencia. No se trata solo del “individualismo masificado”.
Ser ciudadano hoy significa convivir con personas de conducta y creencias que difieren de las nuestras. Con frecuencia sólo podemos convivir si sabemos tolerar. La pluralidad incluso ha sido considerada por algunos autores como un rasgo permanente de la cultura pública de la democracia. Es indiscutible que la pluralidad de creencias o modos de vida, no permiten una convivencia lo bastante rica sino fuera por la tolerancia que nos demandan la moral y el derecho. Tolerancia, pluralismo y democracia son conceptos que se complementan. La democracia es –entre otras cosas- una institucionalización del pluralismo; una plasmación institucional de la integración de todos mediante la virtud activa de la tolerancia.
La democracia de calidad debe ser un sistema de representación y un método para mejorar el comportamiento de los ciudadanos; para que consigan comportamientos más solidarios, más equitativos, más colaboradores. La democracia es un proceso, se pervierte o se mejora día a día. Montesquieu lo dejó escrito con precisión: «No son solo los crímenes los que destruyen la virtud, sino también las negligencias, las faltas, una cierta tibieza en el amor de la patria, los ejemplos peligrosos, las simientes de corrupción; aquello que no vulnera las leyes, pero las elude; lo que no las destruye, pero las debilita». Los grandes crímenes no sucederían sino no tuvieran lugar previamente las “pequeños” fraudes.
Los políticos profesionales, organizados en partidos, en grupos de presión no suelen resistir con decisión clara, la tentación de erigirse como “propietarios” del sistema democrático. Aquella máxima que presidía la conducta de todos los demócratas de “servidores” del bien público no se concreta con la frecuencia deseada en conductas democráticas ejemplares. El ser humano no tiene sólo “un” motivo en su conducta y sus motivos pueden no coincidir con su conducta. El neoliberalismo de los postmodernos en realidad sólo quieren la libertad para discriminar, para separar, para debilitar. Es el camino opuesto al que debería seguir un servidor del bien público,
La solidaridad, el reforzamiento de lo social, de lo colectivo, la austeridad personal, la fidelidad a las tradiciones en el horizonte de la modernidad y del progreso, el sentido de la identidad sin exclusiones, ponen en cuestión los fundamentos del neoliberalismo, mientras que el individualismo, el miedo y los anhelos materiales crea personas “sometibles”. Las dificultades para cubrir las necesidades básicas, la carencia de bienestar y de seguridad deja a los más pobres más desguarnecidos para luchar a favor de una sociedad más justa y más cohesionada.
Nada más falso que sugerir que la educación contra la exclusión, debe limitarse a enseñar ciertos hechos, pero no valores o virtudes. El caso es que ni los hechos son neutrales ni cualquier idea de una buena sociedad, en que por fuerza descansa toda educación cívica. La civilidad comprende la lealtad a un marco constitucional sin exclusiones, y con ello a un patriotismo cívico de respeto a la diversas opciones en la esperanza, sin exclusiones.

lunes, 24 de enero de 2011

IMNOVACION Y CRECIMIENTO

La educación puede mitigar los efectos de las tecnologías y la globalización sobre la desigualdad, puesto que un aumento relativo de la mano de obra cualificada se demuestra que tiende a reducir la desigualdad en algunas condiciones.
El proceso de globalización determina la actividad de los mercados; un nuevo orden mundial se ha impuesto sin que los gobiernos ni los agentes económicos puedan sustraerse a sus dictámenes. El desarrollo de las tecnologías de la información ha impulsado el establecimiento de un modelo de actividad económica internacional basado en la libre circulación de mercancías, servicios y capitales. La principal consecuencia es una hipertrofia de los mercados financieros, que han sido capaces de crear mecanismos y productos financieros al margen de legalidad. Los gobiernos a pesar de gestos ocasionales no han podido llevar a cabo su control efectivo; se ha provocado una gran desigualdad en las rentas, se fortalecen todos los movimientos originarios de la actual crisis económica
Existe la duda de si la exportación mejora la eficiencia de las empresas, aumenta la capacidad de innovación y productividad y estimula la retribución de los trabajadores más cualificados. No es fácil demostrar una relación de causa-efecto inmediata entre tales variables. El examen empírico de esta cuestión evaluado en cinco países del este de Europa desvela que el progreso técnico, investigación más desarrollo (I+D) tiene un efecto positivo sobre la demanda relativa de cualificación e incrementa la desigualdad salarial,
La inversión en educación debe orientarse no sólo a la adquisición de conocimientos, sino además a la creación de habilidades para el desarrollo integral de la persona. Estos conocimientos en la sociedad cambiante de hoy, tienen etiqueta de caducidad. Esa es una de las razones por las que la educación ha de ser constante, permanente y ceñidas a las necesidades de la competitividad. El tiempo y energía que se requiere para la política de masas, así como la trivialización creciente que ha hecho de ésta, los medios masivos de información, pueden inhibir la capacidad para gobernar. La democracia puede quedar reducida a meras formalidades, y apariencias sino es capaz de crear un sistema de innovación competitiva en el mundo globalizado mediante un proceso moderno de educación integral.

EDUCACION Y DIVERSIDAD

La diversidad de los ciudadanos es una realidad insoslayable en el mundo globalizado de hoy. Es algo con lo que vamos a convivir en una sociedad abierta y democrática y sin embargo algún político ha asumido el papel de Torquemada para gestionar un trato desigual; para hacer política partidista a partir de la desigualdad. En la concepción neoliberal de la educación, se hace desaparecer la dimensión cultural y humana. La cuestión de la diferencia cultural y del universalismo, del derecho a ser diferente culturalmente y al mismo tiempo idéntico, en términos de dignidad y de reconocimiento, no es tenida en cuenta. Además de lo injusto de tales políticas, es una práctica contraproducente para la convivencia y para el desarrollo de la sociedad. La sociedad cada vez va a necesitar más de más personas, para integrarlas en el sistema de convivencia y de producción de riqueza social.
En el sistema democrático hay prioridades. Está desapareciendo la dimensión cultural y humana El derecho a la identidad cultural y a la diferencia cultural no es reconocido. El pleno empleo puede estar en el centro de todas acciones de un gobierno democráticamente elegido; parece que el poder disponer de un trabajo es el remedio de todos los males. No debe extrañarnos que desde esta perspectiva la no discriminación, el trato igualitario entre los ciudadanos no disfrute de la máxima prioridad entre los ciudadanos, para algunos políticos eso se debe pensar como previo. Sin embargo con más frecuencia de la deseada los medios de comunicación nos presentan un muestrario amplio de trato desigual; de discriminación en función del género, de la lengua de la etnia
Las sociedades más avanzadas han sido muy meticulosa a la hora de elaborar políticas de integración. Ha tenido que recorrer un largo camino para que haya un trato de igualdad entro los diversos. Una preferencia del trabajo del político consiste en reducir estos trámites a lo mínimo. Tiene actualidad el proyecto de Alemania de ofrecer trabajo a obreros españoles cualificados. No se trata de un mero desajuste de planificación, sino de una reorientación de la política global. Sin duda habrán podido ver los empresarios alemanes que les resulta más rentable invertir en obreros cualificados del exterior que hacerlo en educación elemental. La rentabilidad económica les ha podido a la hora de superar las diversidades lingüisticas y étnicas.. Sin embargo el factor económico de la rentabilidad del trabajo de los diversos han venir acompañado del respeto a las personas y a su diversidad..
Moncho Ramos Requejo

lunes, 17 de enero de 2011

LA CALIDAD DE VIDA DE LA DEMOCRACIA

La democracia es siempre un proyecto inacabado que debe ser objeto de reflexión permanente, especialmente en nuestra época, en la que se han incrementado las demandas derivadas de la diversidad, y éste debe ser compensada con un grado necesario de identidad, es imperativo realizar nuevos planteamientos sobre lo que se entiende por algunos elementos fundamentales de la democracia, como la libertad, la igualdad, la autonomía individual o la representación.
Estamos asistiendo a la aparición de una “democracia cosmopolita” en la que los problemas se enmarcan en un contexto regional y global que viene a complementar el concepto de Estado-nación. La aparición de nuevas formas de participación, los foros sociales, el altermundismo o las organizaciones no gubernamentales apuntan en este sentido.
Los problemas a los que tienen que hacer frente los sistemas democráticos actuales, no provienen tanto de sus adversarios externos, como de su propia articulación de poder y dinámicas internas y externas. En ellas el fenómeno de la globalización confiere características nuevas a viejos problemas, además de generar otros nuevos, entre los que cabe señalar: la incidencia de Internet, la pobreza de una parte importante de humanidad, las carencias sanitarias, las nuevas formas de terrorismo, los problemas relativos a la organización de los territorios, los desplazamientos migratorios, los derechos políticos de los emigrantes, el reconocimiento de los derechos de las minorías, el multiculturalismo, los problemas ambientales y los cambios climáticos.
No es posible que estos problemas puedan encararse desde los paradigmas resultantes de la antigua concepción del Estado-nación. La afirmación de que España está intervenida se ha de sustituir por la concepción globalizada de una política en la que el desarrollo económico y político se hace en el marco de un programa global. El terrorismo, el crimen organizado y otros necesitan de la colaboración de Europa para resolverse.
La democracia, tiene plena vigencia, pero es necesario redescubrirla y hacerla evolucionar. La democracia puede estar en camino de extinguirse, aunque formalmente siga siendo dominante, pero que en realidad se está vaciando de contenido, por el fomentado desinterés ciudadano y la manipulación de los políticos.

Moncho Ramos Requejo

RAICES DEL FEMINISMO

En el último tercio del siglo pasado aparece un conjunto de movimientos sociales dispuestos a cuestionar que el varón ya no es en exclusiva el centro de la vida moral y de la comunidad política. Nuevos movimientos sociales que, en los años setenta del siglo XX, anuncian que llega el cambio: es preciso integrar en la visión masculina lo femenina, la crítica de la razón por la del sentimiento, introducir la ética del ciudadano, de la tierra, de los seres vivos o de los animales.
Surca la historia la necesidad de acabar con el antropocentrismo. Sucesivas revoluciones ensanchan en el “nosotros” referido exclusivamente al varón, dejando al margen a las mujeres y a los niños, esclavos o no, para incluirlos como centros dinamizadores de la historia. Bregar por la liberación animal no es lo mismo que trabajar por la emancipación de las mujeres, que pertenecen a la especie humana, o promover el cuidado de la naturaleza, la reverencia por la vida. Exigir la igualdad de las mujeres y varones es una reivindicación que hunde sus raíces en el paradigma antropocéntrico y lo desarrolla y profundiza. Nada tiene que ver con una ética animalista.
La noción de persona tiene relevancia moral porque reconocemos como persona a quien tiene las capacidades requeridas para la autoconciencia, para el mutuo reconocimiento de la dignidad al actuar desde la libertad y para asumir su responsabilidad. La posibilidad de desarrollarse según las características de la persona sólo son posibles desde la especie humana y en comunidades humanas. Los animales no pueden tener la misma consideración moral. Hay tres criterios que permiten decidir qué seres son miembros de una comunidad moral: que tenga sentido justificar ante ellos una acción, que sean capaces de reconocer la dignidad y la vulnerabilidad de otro y de la suya propias y que precisen de esa comunidad para desarrollar todas sus potencialidades. Los únicos que han demostrado estas capacidades son los seres humanos. Los animales, la naturaleza merecen consideración moral pero de distinta naturaleza. No cabe hablar de dignidad sino en el caso de los seres humanos, puesto que son los seres capaces de comunicación, los interlocutores válidos que se reconocen mutuamente, con capacidad de sentir y capacidad de formarse un juicio justo a través de la adquisición de virtudes. La primera prioridad es tratar a las personas como personas como cuestión ineludible de justicia, y a los animales como tales con capacidad de sufrir.

Moncho Ramos Requejo

sábado, 15 de enero de 2011

LAS DESIGUALDADES SOCIALES

Los diversos informes sobre la realidad social española se muestran coincidentes al denunciar el aumento de las desigualdades sociales. Las desigualdades de renta son de las mayores de la Comunidad Europea. Si en lugar de renta hablamos de propiedad, la situación es peor. La concentración de la riqueza en España es de las más acentuadas en la OCDE. Así el 10% de las familiar posee el 58% de toda la propiedad. En realidad el 1% de la población de renta superior posee el 18% de toda la propiedad. La mayoría de la población tiene escasísima propiedad.
Una consecuencia de estas desigualdades es que a mayor desigualdad mayor nivel de pobreza. Y de ahí que España sea uno de los países con mayor pobreza de la OCDE. El 15% de los niños viven en familias pobres cuyo nivel de renta está por debajo de la mitad de la mediana de renta del país. Las desigualdades no afectan sólo a los extremos a los ricos y a los pobres. Nos afecta a todos aunque muy especialmente a los más pobres.
Las causas reales de las desigualdades son política, entendiendo como tales las relaciones de poder, entre las cuales, el poder y conflicto de clases sociales son los determinantes. La relación capital-trabajo continúa siendo central en el análisis de nuestras sociedades. Las herencias de la dictadura, la manera como se realizó la integración en Europa y las políticas fiscales, suele designarse como la causa de las desigualdades sociales. Pero hay que buscar otras más recientes. Se hicieron reformas sociales importantes. Pero el crecimiento del gasto público social no fue resultado de una mayor carga impositiva más progresiva dentro de una política fiscal, sino de un notable crecimiento económico.
Las diversas medidas que se pueden adoptar para suavizar las desigualdades sociales tiene su fundamento en la correlación de fuerzas políticas. Hoy en España el capital financiero es el que marca todas las políticas a costa del capital productivo y del trabajo. Existen momentos históricos en los que tal poder interviene obstaculizando el desarrollo del capital humano. Si las fuerzas del trabajo se recuperan frente al capital financiero y conseguimos una autonomía significativa podemos endulzar, al menos, las desigualdades sociales, de lo contrario las desigualdades se profundizaran y las rebeldías pueden aumentar. Una sociedad de rebeldes es la primera causa de las desigualdades irrecuperables.

domingo, 9 de enero de 2011

REFLEXIONES SOBRE LA CRISIS

Algún dirigente político nos ha emplazado al verano para ofrecernos un plan global para salir de la crisis. Es difícil entender como los intereses particulares pueden concitarse en contra los intereses generales. Hay que interpretar como una manifestación de poca confianza en sus recetas, o que el sufrimiento del 20% de personas en paro no tiene fuerza suficiente para motivarlo. En ambos casos no demuestran una creencia taumatúrgica en las recetas para salir de la crisis y una sensibilidad atrofiada,
De todas formas nos tendremos que adaptar a las circunstancias y aceptar las políticas de parcheo mientras no se logre un acuerdo internacional en el que se logren medidas para la reforma estructural del sistema capitalista. Pensar que desde España se puede dirigir un cambio estructural de la economía mundial es sencillamente una equivocación, alimentada por planteamientos utópicos o para crear falsas ilusiones. Ambos planteamientos son una rémora para construir una sociedad progresista y justa para salir de la crisis.
En las políticas de parcheo no todas tienen la misma urgencias, ni todas nos ayudan igualmente a elaborar una ruta para crear modelos alternativos de economía y de sociedad. Se ha de establecer una jerarquización de los actores sociales con preferencia de la rentabilidad social y no solo financiera. El sistema de restricción del crédito para contención del déficit ha de aplicarse de forma selectiva. Seria un error actuar bajo la convicción de que en economía todos somos igualmente importantes y que las restricciones y las perspectivas de desarrollo nos afectan a todos de manera similar.
Los estudiosos de estos temas nos dicen que España la economía se moverá ligeramente en el 2011 gracias a la exportación. Esto anuncia que la economía se ha hecho más competitiva, y que la diplomacia hace el trabajo de facilitar el intercambio de preferencias comerciales. Las iniciativas ultramodernas no han logrado modificar las reglas particulares, que lejos de contradecir la consistencia de la globalización la fortalecen. En este marco se impone desarrollar programas de investigación para mejorar la productividad. La solución no vendrá sólo por incrementar los fondos económicos, sino en primer lugar por administrarlos mejor y porque participe la empresa en los proyectos de investigación.


Moncho Ramos Requejo

LOS EMOCRATAS

Los diseñadores de las campañas electorales buscan estrategias eficaces para captar el voto. No todos los votos son iguales según su procedencia. Nos podemos encontrar con los votos de sectores de conversos y otros que votan por tradición familiar. En ambos casos se imponen estrategias específicas diversas. Es diferente atraer la voluntad de los ciudadanos mediante argumentos y a través del diálogo, que utilizando las emociones y triquiñuelas de embaucador. Pessoa, dejó escrito que las “sociedades están dirigidas por agitadores de sentimientos, no por agitadores de ideas”. Manipuladores de emociones con veleidades violentas o emócratas que proliferan por doquier en los medios de comunicación de masas. Los teóricos romanos y sus seguidores sostienes que el arte de convencer estriba en saber excitar las emociones. Los aristotélicos la concebían más bien como un método de razonamiento de exposición de motivos. No prescinden de los sentimientos pero con ellos arropan a los argumentos.
El lenguaje de los emócratas está plagado de metáforas y sinédoques como recurso de plenipotenciarios del totalitarismo, para activar las emociones en el marco de los ritos multitudinarios. La sinédoque suele ser un tropo privativo de los populismos y de las diversas formas de totalitarismos. Se erigen en los defensores más entusiastas de una visión ideológica de la realidad nacional, se autoerigen en los portadores únicos y excluyentes de los intereses y de los valores patrios, siempre al servicio de un proyecto palingenésico. Desde este particular combinado de recursos coreográficos y emotivos se explica la capacidad de arrastre de los demagogos y populistas totalitarios.
En cada ocasión en que los emócratas efectúan el salto desde la retórica a la praxis, las religiones de la patria proceden de forma sectaria, desde el maniqueísmo argumentativo, sin tonalidades, mostrando, “una intransigente falta de piedad hacia los oponentes” [May Douglas], en especial hacia los que desertan de la comunidad nacional, por cuanto profanan la geometría dicotómica del “nosotros” y “ellos”. Lo peligroso para mantener un orden social armónico, equitativo, no proviene, de declararse un interprete más de la voluntad nacional, cuanto de otorgarse la exclusividad y el ansia genética de fagotizar el todo social. Es una forma de violentar el buen sentido de las cosas. El otro paso es la violencia física coercitiva. A veces las distancias son de mero trámite.
La pretensión de representar al todo [pueblo o categoría social], que en modo alguno ha delegado su poder originario, es una constante de los totalitarios. A modo de contraste con los totalitarismos excluyentes, nacionalistas o no, tenemos un nacionalismos de contornos liberales, respetuoso con la divergencia y que da los diversos pasos para articular en proyectos comunes.





Moncho Ramos Requejo