martes, 30 de noviembre de 2010

VIOLENCIA DE GÉNERO

Encontramos a menudo la idea de que las dificultades de la vida, del amor y de la muerte, pueden tener una solución, bien en una práctica colectiva de la religión o bien en una práctica individual del terrorismo. Camus fue, el primero en el siglo XX en profetizar la época en que ya no podemos apoyarnos en modelos del pasado, estamos obligados a llevar una vida vertical. El futuro tiene sentido si los vemos desde la profundidad del presente. En El hombre rebelde afirma que sólo hay una reflexión importante: el asesinato. El otro no puede ser él sólo la causa de todos los males.
En cada sociedad existe una violencia autorizada y otra desautorizada. La primera entendida como violencia ejercida por la autoridad y la segunda como expresión del desafío dirigido contra la autoridad. La violencia autorizada puede consistir en proteger el poder innovador, pero también puede considerarse como algo que trata de defender el sistema dominante de relaciones sociales. Un sistema social afincado en la violencia genera violencia. La educación tiene el papel explicar las razones sociales y psíquicas, si es el caso de la violencia, pero no debe, en ningún caso, legitimarla,
. La violencia de género no es sólo un problema de desigualdad; no puede separarse del clima de violencia reinante en las relaciones sociales; podrían ayudarnos, no obstante, a comprenderla más exhaustivamente y a atajarla. La violencia de género no es una cuestión de pertenencia a una clase social determinada, tiene su especificidad, pero es una manifestación del abuso de poder, del dominio que se ejerce sobre algo que se considera inferior, que no se valora como útil, que se pretende sustituibles. La violencia de género obedece a múltiples causas; supone un trabajo arduo, especificar alguna en concreto, y aislarla de todo un conjunto de concausas; ello obliga a un trabajo meticuloso a través de la tela de araña que constituyen las relaciones sociales.
El mismo tratamiento social que damos a la violencia de género, es una escenificación de la falta de aprecio en que tenemos a las mujeres. Se han asesinado a 60 mujeres en lo que va de año, pero este dato no causa el mismo impacto social que causaría 60 asesinatos producidos por terrorismo. La sentencia de Brecht “piedad para los países que necesitan héroes” se podría aplicar a los grupos sociales, ya que el antiheroísmo constituye una condición posible para que se produzca el cambio social; es hora de reconocer en los “falsos héroes” a los responsables de aquello que Voltaire describe como “vil matanza y heroica carnicería”; es el momento de reducirlos a lo que realmente son: unos criminales, antihéroes que ponen en tela de juicio valores tradicionales, inamovibles y considerados como verdaderos. La violencia de género es el himno a los antihéroes.
Moncho Ramos Requejo

lunes, 29 de noviembre de 2010

PARTIDO DE MASAS

Los partidos como las personas se desarrollar alrededor de dos ideas el conocimiento y la libertad. El placer de sorprenderse, de no dar nunca por seguro nada, de aprender a conformarse en circunstancias de precaria inestabilidad que podría confundir o aterrorizar a la mayoría de las personas.
En una sociedad de la información en la que priman los club de información y de pensamiento, necesariamente abierta pero suficientemente cerrada, teóricamente interclasista, pero polarizada en la capacidad para adquirir riqueza, en la que se han modificados profundamente los intereses sociales, parece que debería estar superado el concepto de partido de amigos. No es así. Hasta ayer un dirigente político de un partido político de Galicia mantenía la idea del partido como núcleo de dirección política. Un amigo que atrae amigos. Ese puede ser un inicio con la condición de que se convierta en una masa con personalidad y coherencia interna. Y la coherencia se funda en la discusión universalizad, la ilustración, la fidelidad a las decisiones tomadas.
Los medios de información, la ilustración de los ciudadanos, la capacidad para tomar decisiones, han reventado el concepto de partido-club. Pudo ser un modelo cómodo para perpetuizar una forma de caciquismo, pero los individuos desean cada día con mayor fuerza gozar de capacidad para tomar las propias decisiones. El miedo como recurso político tiene sus limitaciones, aunque se administre con inteligencia no puede recurrirse a él permanentemente. El miedo al miedo, debería ser el recurso más utilizado por los políticos. Sucede todo lo contrario: se fomenta el miedo para privarnos de luz en la toma de decisiones.
El travestismo político se ha impuesto en nuestras relaciones políticas; pedir fidelidad a las promesas, a los programas en estas circunstancias, parecería una utopía; no es así, se pueden modificar las expresiones, los lenguajes, pero es difícil encontrar sustitutivos fáciles, a los fundamentos que dieron origen a la diversidad de partidos. No puede descuidarse el rigor en el análisis. La exigencia de que uno se endurezca a sí mismo contra la autocompasión implica la necesidad técnica de oponerse a cualquier relajamiento de la tensión intelectual con la máxima vigilancia, y de eliminar cualquier cosa que haya empezado a incrustarse o a amontonarse ociosamente. El no sentirse propietario de su propio programa debe formar parte de la moralidad de la política de los partidos.


Moncho Ramos Requejo

sábado, 27 de noviembre de 2010

EL LUGAR DE LA POLÍTICA

La actual crisis tiene lecturas muy diversas. La opinión dominante hace gravitar en la economía el papel principal del desajuste. Pero lo económico es solo una expresión de algo más profundo. La “la mala gobernanza”, la “inmoralidad” pueden explicarnos no pocas causas de la actual crisis.
La evidencia empírica indica que la extensión territorial de un principio de legitimación política siempre ha sido muy difícil y no se ha conseguido nunca sin superar grandes crisis. Pasó en el tránsito del particularismo de la sociedad estamental y su Monarquía Absoluta a la soberanía nacional y el Estado Constitucional en el siglo XIX. Sucedió lo mismo en el tránsito del Estado liberal al Estado democrático. Este paso a escala europea encierra dificultades no sólo cuantitativas sino cualitativas; psicológicas y sociales No está escrito que sea necesariamente un éxito. Puede que tarde bastante, tiempo para presentarse otra ocasión, en la que la política, la moral, la buna gobernanza impere sobre la usura.
Según una lectura acertada de Rubio Carracedo (2005) de Ruesseau, no es que éste autor sostuviera que el Estado era el corruptor de la naturaleza humana, sino que se necesitaba otra moral; el paso de una moral social sobre la moral que se articula alrededor del individualismo. Keynes aguantó toda clase de improperios de los liberales de siempre, hoy neoliberales, neocons, monetaristas y otras especies. Ayer y hoy hay que recordarles a todos, que existen en el mundo, los humanos que han evolucionado desde la brutalidad destructiva a la socialidad cooperativa. Ese es el camino que los ha hecho progresistas. La violencia aunque se expresa como aplicación directa de fuerza a los humanos, comienza de hecho al denegar a los humanos la solidaridad y convertirlo en un elemento de cálculo en un número para clasificar, una cantidad para negociar. El rostro del otro, se resiste a ser atrapado en las metáforas de la violencia. Sin embargo es en el rostro del compañero donde podemos encontrar la fuerza contra las ingenierías financieras, contra los paraísos fiscales, la especulación y la insolidaridad.

Moncho Ramos Requejo

jueves, 25 de noviembre de 2010

PERSONAS MAYORES DISCRIMINADAS

Cuando hablamos de las personas mayores discriminadas, inmediatamente pensamos en esos casos flagrantes, sin embargo existe otro tipo de discriminación de las personas mayores por causa de la edad. Con frecuencia pasa desapercibida y pasan como naturales. No existe una conciencia suficientemente viva que nos mueva a paliarla. Así envejecer es un problema y tiene muy mala prensa.
Nuestra cultura, es una cultura de la productividad, de la eficacia, de la competitividad, del éxito; nada tiene de particular que a las personas mayores se las arrincone en virtud de nuestra cultura. Según el Eurobarómetro especial sobre discriminación en la Unión Europea del 2007, el 45% de la población española (y el 46% de la europea) considera extendida la discriminación por edad. La falta de sentimiento de responsabilidad puede estar influyendo en que el ageismo vaya en aumento esté aumentado considerablemente con características alarmantes.
Las causas de la exclusión de los mayores pueden estar articuladas entorno a procesos psicológicos, sin que sean demasiado significativos;. En una sociedad de la comodidad, el temor a la sobrecarga, que puede llegar a ser un familiar anciano por el riesgo de enfermedades, dependencia etc. Es una causa de discriminación social. Todo ello puede alterar la comodidad y la calidad de vida de los miembros más jóvenes de la familia. Al margen de que el coste económico consiguiente pueda cubrirla la propia persona mayor. El comportamiento de las instituciones merecen un tratamiento más específico. Sólo procuran asegurar su voto en las elecciones.
A todos nos atañe desarrollar lo que algunos sociólogos llaman “envejecimiento productivo” (Butler, 1985). Un individuo y una comunidad deben lograr la capacidad para integrarse en una estructura social productiva de vienes sociales no remunerados. Se puede incentivar o desincentivar el envejecimiento productivo. En el mundo rural el proceso del envejecimiento productivo no tiene cabida; se sustituye por “entretenimientos”; las iniciativas de muchos ayuntamientos, en este sentido son claramente mejorables
En Occidente el anciano en la familia recibe con demasiada frecuencia un trato de silencio. Se le hace invisible, como que no está, no habla. Es una forma de maltrato. Pero una discriminación más grave es la pérdida de autonomía en la toma de decisiones que le competen al propio anciano. Se la convierte en sujeto pasivo.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

GEORAFÍA DEL HAMBRE

En los momentos de crisis afloran los perfiles más duros de la geografía del hambre. Es una de las manifestaciones más elocuente de las desigualdades sociales. El hambre pone en cuestión las bases de una civilización. Si no se remedia la situación, las actuales brechas desigualitarias extremas podrían, conducir a una situación social de crisis. La salida esporádica y en parihuelas, de las economías emergentes pone de manifiesto que sólo a través del trabajo cualificado generalizado, puede configurarse un nuevo mapa del desarrollo. El trabajo empobrecedor de los valores sociales y económicos del trabajador, lo hace más vulnerable y menos comprometido con la empresa. Henry Ford primero cifraba en el reconocimiento del trabajo cualificado y del trabajador el elemento fundamental del desarrollo moderno.
La subida de los precios de los alimentos que se han dado a partir de 2006 es una de las causas del hambre en el mundo. Abre perspectivas sombrías a corto plazo y ha incrementado de manera notable el número de personas hambrientas hasta llegar casi a una proporción del casi 16% de la población mundial en 2009. A pesar de que las producciones agrícolas han sido cuantiosas en los últimos años, desde 2006 los incrementos de los precios de los alimentos han afectado de manera más acusada a las personas más pobres, que dedican más del 60% de sus parcos recursos a adquirir alimentos básicos. Lo cual está repercutiendo negativamente en su propia situación de pobreza. Los precios de los alimentos básicos, según la FAO, aún eran en 209 un 24% más alto que en 2006, y un 33% más que en 2005. Las estimaciones más solventes cifran el número de hambrientos en más de 1.100 millones de personas en 2009. Nunca se había alcanzado cifra igual.
En número de hambrientos aumenta y aumentará previsiblemente más, en el futuro próximo, en el que la condiciones de la crisis económica se cebará de forma desconsiderada en los sectores más débiles: mujeres, madres solteras, juventud y parados de larga duración. Los moderados Objetivos de Desarrollo de Milenio están lejos de cumplirse. Una economía que gira alrededor del desarrollo desigual y que toma el hambre como factor de opresión no puede conducirnos a una sociedad en la que los ciudadanos se encuentren con posibilidades para el pleno desarrollo.

Moncho Ramos Requejo.

lunes, 22 de noviembre de 2010

PALABRAS INADECUADAS

La desafección de los ciudadanos al sistema político requiere una mayor atención a la comunicación de los políticos con los ciudadanos. Superar las propuestas abstractas, que en nada contribuyen a modificar la vida de los ciudadanos es un reto que tenemos que afrontar. La política de los videos exagerados no es el remedio.
En el mundo de la política las ideas, como las palabras forman parte de un gran mercado. Hay productos que de pronto se ponen de moda y también envejecen. Berestein en virtud de la “teoría de los códigos lingüísticos”, advierte dos tipos de códigos lingüísticos, el “elaborado” empleado por las clases medias y el “restringido” utilizado fundamentalmente por los trabajadores sin especialización. En función de estas modalidades comunicativas, los medios construyen sus contenidos en atención a los públicos destinatarios. Tratan de construir un código lingüístico específico de los comunicadores políticos. En una sociedad interclasista como la actual no puede pensarse en dos formas de lenguajes nítidamente separados y contrapuestos; los comunicadores quieren hacerse entender y se adecuan al lenguaje de los oyentes. A pesar de los equilibrios mecanicistas de las políticas conservadora, los ciudadanos suelen tener muy claros cuales son sus intereses, por eso hay que recurrir al silencio de los programas reales y a falacias. Cameron, el primer ministro inglés, ha esperado a ganar las elecciones para explicitar su programa real. El silencio como la palabra puede convertirse en un instrumento político; ha entrado en la mercadería política.
Jorge Lakoff (1941) ligüista cognitivo norteamericano, recomienda no utilizar el lenguaje de los oyentes si en realidad se quiere influir en ellos; sería caer en la trampa de un debate perdido de antemano. Es necesario negar a los otros sus convicciones e imponles las tuyas. Se puede cambiar la mentalidad de la gente, al modificar la perspectiva desde la que se mire la realidad. Cuando se fuerza la neutralidad deseable del lenguaje, nos podemos encontrar con la utilización de palabras inadecuadas y la construcción de una realidad falaz. Las grandes cadenas de información, constituyen hoy clubs de pensamiento, pero de una eficacia relativa. No siempre los medios nos conducen a conseguir los objetivos propuestos. La negativa a ejercer el derecho al voto como se augura en las elecciones de Cataluña, pone de manifiesto la ineficacia de los partidos políticos y de los medios de comunicación para preservar el derecho fundamental de los votantes a votar.


Moncho Ramos Requejo

jueves, 18 de noviembre de 2010

MEJORAR LA IMAGEN

En la sociedad de la información las instituciones públicas y las empresas privadas se han visto en la necesidad de elaborar una “buena imagen” de sus acciones; su imagen ha entrado en los procesos de la mercadotecnia. Los expertos en imagen tienen ahora un papel preponderante en el entramado social.
Los periodistas, los intelectuales, los creadores de opinión tienen límites en su trabajo de imaginería. Camus pide que cumplan cuatro obligaciones: Reconocer el totalitarismo y denunciarlo. No mentir, y saber confesar lo que se ignoran. Negarse a dominar. Negarse siempre y eludiendo cualquier pretexto y a toda clase de despotismo, incluso provisional. Creía el autor de La Peste que con ello nos inmunizaba contra las desviaciones más sanguinarias. El cimiento filosófico de todas estas reglas era la preeminencia del hecho moral, no en el moralismo hipócrita y de parte.
No faltan los creadores de opinión [imagineros] que se apuntan al mesianismo como gozne de su actividad. Sustituyen la razón por la visión etérea.. La mayoría de los totalitarios se han revestido con los ropajes del mesianismo; se han erigido como los únicos, como los insobornables, como la resolución para todos los conflictos; no quieren que haya dudas acerca de sus “remedios”.
En los momentos de crisis proliferan la inmoralidad y se ensayan diversos tipos de violencia política. Bajo el recurso a la libertad de expresión se permiten incursiones a través de los medios, nada respetuosas para con los débiles y los marginados. El macartismo revive con otros ropajes. Cuesta mantener la protesta pacífica como una opción para cambiar las cosas. La relación entre descontento y reducción de las oportunidades para la protesta no se puede edulcorar de forma permanente con imágenes trucadas de la realidad sociopolítica. Hay factores precipitantes que generan miedos específicos y convicciones generalizadas, las cuales pueden traducir la insatisfacción y la protesta en antagonismo radical y acción violenta. Un factor precipitante puede confirmar o justificar el miedo y el odio generalizado. Junto a la visión deformada de los imagineros sociales partidistas, la protesta de la razón puede quedar bloqueada tanto en el entorno de las instituciones como en el desarrollo afectivo. No pocas violaciones de los derechos humanos, de los genocidios desencadenados en nuestro mundo pueden tener una explicación en la discordancia entre la imagen de los imagineros partidistas y la realidad social..


Moncho Ramos Requejo

martes, 16 de noviembre de 2010

LA POLÍTICA DE LOS SIMBOLOS

Saber utilizar los símbolos en política es imprescindible para los políticos y para los ciudadanos. Puede ser un aventajado político, pero toda su carrera puede hundirse sino los sabe manejar de forma adecuada. Los símbolos son el lenguaje de los mitos políticos, el modo de expresión de la conciencia mítica. El símbolo requiere una realidad sensible o una imagen que se pueda plasmar plásticamente. Se estable una correspondencia entre la realidad material del símbolo y la realidad inmaterial simbolizada. El proceso relacional se establece una sucesión de momentos y escenarios, siempre dentro de una determinada cultura. El símbolo se dirige a la totalidad de las personas y puede desencadenar la capacidad evocativa y sentirse movilizado por su empatía.
La política no se puede construir el margen de los símbolos, ni de los mitos. En consecuencia no se puede pensar en una actividad política aséptica. El trabajo educativo se ha de articular entorno a fortalecer una política de resistencia a la mala utilización de los símbolos. La critica al nacionalismo es una incongruencia, pero cuando en nombre del nacionalismo se arbitra la exclusión y la negación del otro, cuando al amparo del nacionalismo se desarrolla el víctimismo, la nación como símbolo de progreso deja de serlo. Hemos erigido un monstruo de incomunicación y de exclusión de los otros
Los símbolos políticos deben ser instrumentos de convivencia pacífica y respetuosa; deben ser los mejores antídotos contra la intolerancia y la brutalidad. Elie Wiesel, premio Nobel de la Paz,, afirma que la intolerancia “no es solamente el vil instrumento del enemigo, sino que ella es el enemigo mismo”. Frente a no pocos autores que interpretan el periodo del Tercer Reich como una excepcionalidad histórica, como un tumor crecido en el corazón de la civilización occidental, Z. Bauman reciente premio Príncipe de Asturias expone los fundamentos científicos y filosóficos así como el ambiente social en los que se gestó el engrudo teórico del nacismo y previene de su supervivencia en la sociedad actual. La tentación de políticas excluyentes, aunque se revistan con lenguajes “nuevos” y ropajes artificiosos, desarrollan el clima propicio para aventuras negras. La tolerancia tiene un límite. La perspectiva de la protesta pacifista, la ampliación de los campos de acción política, nos han de llevar a cuestionar símbolos políticos “viejos” pero que en nada ayudan hoy a la cohesión y a la justicia social. La megamáquina de la cultura de la exclusión engulle cada vez mayores cantidades de iniciativas solidarias.


Moncho Ramos Requejo

domingo, 14 de noviembre de 2010

EL PRECIO DE LOS ALIMENTOS

Uno de los principales componentes de la geografía del hambre es el incremento incontrolado y constante de los precios de los alimentos. Tienen varias causas: el incremento del aumento del precio del petróleo, la caída en la producción de materias básicas de los países productores, la disminución de las reservas alimentarias de los países exportadores más pobres, el aumento de la demanda de biocombustible, la caída del valor del dólar, las restricciones a las exportaciones por parte de algunos países y, de manera significativa, la especulación sustentada en las Bolsas internacionales sobre mercados de productos básicos, el cambio climático, el crecimiento demográfico.
. La actual crisis ha dado lugar a casi un 10% de incremento del número de desnutridos que se registrará este año, debido a que los alimentos son más inalcanzables para la gente más necesitada, ya que a esos pobres les llega cada vez menos recursos en un contexto mundial en el que ha caído apreciablemente la Ayuda Oficial al Desarrollo y específicamente la ayuda alimentaria mundial. Las consecuencias de una ayuda más escasa a estos países, con un incumplimiento permanente de los compromisos que adquieren los compromisos de los países ricos en los foros internacionales y la carencias en la de la ayuda explican la gravedad que ha adquirido este problema.
La coincidencia que existe entre los países que tienen más población hambrienta y aquello que sufren más corrupción y falta de democracia real y donde se da un reparto de la tierra más desigual permite comprender cómo influyen también los factores políticos y sociales en la perpetuación de esta situación inhumana en el ámbito mundial.
Los grupos de población más afectados son los más vulnerables: parados de larga duración sin ayudas, trabajadores rurales sin tierras, por lo que son compradores netos de alimentos, familias con mujeres solas y madres, pobres urbanos. Esta legión de seres humanos que viven al límite se están viendo incrementado con rapidez por nuevos grupos y sectores sociales que hasta ahora habían salido indemnes, pero que ahora están viéndose afectados por la crisis económica. El hecho de que al mismo tiempo existan excedentes apreciables de alimentos en los países productores, que no pueden pagar los hambrientos de los países pobres en sus mercado locales debido al elevado precio que impone el mercado internacional, pone de manifiesto que el problema del hambre estriba en la forma en que está organizado el acceso a los alimentos. Hoy en día la falta de alimento no es debido a la escasez de los mismos, sino de pobreza, a las relaciones especulativas que dominan la economía y al poder que se ha decantado de manera decisiva sobre el predomino de lo económico en detrimento de la vertiente humanística y política. A la incapacidad política para luchar contra el monopolio y el oligopolio de los alimentos. La globalización afecta negativamente de manera determinante a los precios de los alimentos.

Moncho Ramos Requejo

viernes, 12 de noviembre de 2010

LA EDUCACION DE LA PERSONALIDAD

La relación entre ideología instrumental y las “necesidades” del Estado se hace más evidente cuando examinamos el concepto de alfabetización funcional. Definido originalmente por William Gray (1956), el término ha sido ampliamente usado por la UNESCO, en sus programas dirigidos a los países en desarrollo. La educación en esta perspectiva tiene la intención de hacer de los educandos, trabajadores más productivos y ciudadanos dentro de una sociedad determinada. A pesar de su apelación a la movilidad social, la educación funcional reduce el concepto de educación, dentro del cual satisface los requisitos pragmáticos del capital; y consecuentemente las nociones de personalidad, pensamiento crítico, cultura y poder desapareen bajo los imperativos del proceso de trabajo y de la necesidad de la acumulación de capital.
La pedagogía de la interacción, basada en intereses de desarrollo de la personalidad integral, se opone a la educación funcional. Es fundamental para una educación integral recobrar al sujeto y las dimensiones humanas del conocimiento. El aprendizaje es visto como interacción dialéctica entre la persona, la sociedad y la historia. La persona es historia; el conocimiento es construcción social. El problema del significado social más que el dominio constituye la problemática central que subyace a la ideología de la interacción.
La tradición del desarrollo cognitivo representa un aspecto de la ideología de la interacción. J. Dewey (1916) Piaget (1970) reclamaban la interacción como un proceso de asimilación y acomodación. Las bases para el pensamiento lógico están enran enraizadas en el desarrollo de las habilidades cognitivas de una persona al tiempo que el educando se mueven de una estado de complejidad más bajo hacia uno más alto. La educación liberal, no sectaria, en la medida que da paso a una visión integral de la historia está profundamente arraigado en esta perspectiva. De tono humanista en la práctica, visualiza la educación como una agencia central para el desarrollo de la vida democrática. El pensamiento crítico y el desarrollo cognitivo son descritos como el equivalente epistemológico de la acción democrática. El conocimiento no es neutral; la ideología del desarrollo cognitivo sugiere la reestructuración del conocimiento y una democratización de la educación. Hace unos meses el Parlamento vasco aprobó un proceso para llevar a las aulas el conocimiento del terrorismo como hecho educativo.
El mejor antídoto contra la violencia son las enseñanzas que genera la violencia. No fue fácil; recibió múltiples zancadillas de aquellos que de una manera u otra lo ayudan. La historia no se puede mutilar y ha de recibir un tratamiento objetivo y científico lejos de partidismos interesados.


Moncho Ramos Requejo

martes, 9 de noviembre de 2010

LA FRAGILIDAD DE LA DEMOCRACIA

La crisis que padecemos pone de manifiesto la fragilidad de nuestro sistema Los pueblos llegan a la democracia después de muchos años y tras un largo proceso; es el resultado de un tejer y destejer de muchas voluntades. Además es un sistema sometido a múltiples presiones, lo que le hace inestable. Ante la economía, la democracia es tan débil, que sufre las consecuencias de las decisiones de unos pocos. Con nuestras votaciones, muy democráticas, sólo construimos una parte del sistema del poder. Por si esto fuera poco, la democracia representativa está sometida a los dictámenes de tribunales con una visión muy particular de la justicia. Pienso que la democracia más sólida es la que sale de las urnas y no de consejos de administración de los bancos o de las empresas o de los dictámenes de los tribunales. La voluntad popular es la única institución que hemos de sacralizar, a pesar de las críticas a la que hayamos de someterla.
Es lógico pensar que la fragilidad de la democracia afecta a la acción de los políticos y a la Política. Nunca hubo tantos políticos “tocados”. No son pocos, los que piensan terminar, cuanto antes, la legislatura y buscar un ambiente más confortable y con mayor capacidad para sentirse gratificados. Lo más preocupante es que los ciudadanos, mientras, están regodeándose de la fragilidad de los políticos, de su incapacidad para resolver los problemas creados por la economía o por la “justicia”. Los políticos han pasado de ser la solución del problema; se han convertido en parte del problema; ocupa el tercer lugar que más preocupa a los ciudadanos. Siendo esto así, la responsabilidad de los ciudadanos no se agota en el hecho de votar regularmente, sino en el proceso de la participación cívica, aunque los políticos la regateen. La salud de la democracia representativa nos obliga a todos los que creemos en la voluntad popular como forma de gobierno. Para otros queda mirar los toros desde la barrera, o ensimismarse en los efluvios narcotizantes del placer de ver el cadáver el enemigo.
A la democracia parlamentaria no le viene la fuerza sólo del proceso electoral de representantes, sino también de la capacidad de la oposición para ofrecer críticas a la gestión y alternativas diversas para la solución de los problemas. El proceso de quítate tú, que me pongo yo, carece de una credibilidad elemental. El defecto no tiene amparo constitucional. Resulta innecesario decir que los procesos parlamentarios han sufrido fuertes reformas, para adecuarse en su funcionamiento y poder recoger así la voluntad popular, pero si eso no fuera suficiente se han de intentar nuevos caminos. La democracia no es la causa de la fragilidad de la política y de los políticos, pero su funcionamiento catatónico puede hipotecar la misma democracia. No perderán los poderes fácticos, ni los otros; perderemos todos pero unos más que otros.

Moncho Ramos Requejo

DEMASIADOS JÓVENES MUERTOS

Hace unos días hemos enterrado en Maceda, indefensos, a otro jóven víctima de un accidente de carretera. El tercero en tres años. Tenía veinte años. Uno son muchos, tres son demasiados. Para los que pensamos que los hombres son los responsables de sus actos, no podemos admitir que todo se a un error humano, sino que quizá haya otras causas. Con frecuencia nos asimos a la causa inmediata de las cosas; tratamos de esquivar aquellas otras condiciones, no tan inmediatas, que pudieran influir de forma determinante en el desenlace final de los sucesos. La afición a la alta velocidad se convierte en el factor determinante cuando va acompañada de otras condiciones; todas ellas pueden prevenirse y deben regularse.
Se ha rebajado considerablemente el número de accidentes. Esta rebaja se hace significativa cuando el fenómeno se ataca desde los diversos frentes. No afectan sólo a una persona, a su familia, sino a un conjunto amplio de personas que utilizan la carretera. Es un derecho el poder moverse de un lugar a otro, pero ese derecho se ha mermado cuando no se puede ejercer con seguridad. Además de a las autoridades, a los constructores de las carreteras, incumbe a todos los ciudadanos tomar las medidas adecuadas. El sentido de la responsabilidad ante el mundo de la técnica no se adquiere con solo aprobar un examen.
La educación no resuelve todos los problemas, pero una educación en los valores clásicos y en los valores acuciantes de la sociedad contemporánea emergente es imprescindible. Beck U. escribió hace tiempo, un libro titulado “La sociedad del riesgo” (1998). Fue un libro de lectura obligada en muchas universidades. Estudiaba en gran parte las grandes catástrofes; quedaban fuera del foco preferente las otras, solo en apariencia menos importantes, los referidos a la masificación de la técnica.
Un facisnante ejemplo del estado de la cultura intelectual y sus valores dominantes, es el comentario sobre los difíciles problemas con los que nos encontramos a la hora de educar a la juventud. Siempre ha sido una tarea ardua la del educador. Las
Innovaciones técnicas de las sociedades contemporánea, lejos de recurrir a la represión y al castigo han de tratar de incorporar al curriculo nuevas actitudes y valores; la aventura, el riesgo, la tolerancia, han sido concomitantes a la cultura y a la cización de todos los tiempos. La modernidad obliga a moderar estos valores.