jueves, 15 de julio de 2010

LOS "NUEVOS" POBRES

En función de su comportamiento social, se denomina pobre a quines abandonan el aparato educativo formal y no trabajan; si son mujeres, que tiene hijos fuera de la pareja estable y dependen de la asistencia social o de la familia; dentro de esta clase están los “sin techo”, los mendigos, los pobres adictos a cualquier tipo de droga, los inmigrados ilegales. La misma flexibilidad de la definición se presta a que el término se use como rótulo para estigmatizar a todos los pobres, independientemente de su comportamiento concreto en la sociedad. Cada modelo de sociedad tiene sus pobres.
Entre los pobres se puede distinguir aquellos considerados como “clase marginal”; está formada por los que son rechazados por la sociedad. Lo económico no siempre es lo determinante de la marginalidad. El Estado puede mediante leyes aminorar la marginación, pero llega con dificultad a veces insuperable a esa otra marginalidad que tiene su raíz en la misma estructura de la sociedad.
El crecimiento de productividad del trabajo crea una superproducción creciente, que alienta el consumismo; el consumo sin otro aliciente que el de consumir.. Mientras dure esta configuración, el valor de la libertad disminuye y se difumina. Es una nueva manera de llegar a la pobreza. Un ser miserables disponiendo de riquezas.
Pero ese sistema que deifica el consumismo, al mismo tiempo y con toda la fuerza que es posible, desprotege al individuo contra el mismo; inutiliza sus argumentos; hace aparecer como ridículo y poco moderno al que se opone al consumismo; lo expulsan de la sociedad. La espiral del negocio del consumismo siembra de hambre el mundo moderno.
Ha sido desterrado el valor de la “piedad” del imaginario social de la postmodernidad, laico o religioso, La pérdida de la capacidad para tener piedad es quizá la muestra de mayor pobreza; es la del miserable.
El que pierde no por eso es pobre; menos aún es miserable. Si lo es, aquél que no reconoce en el perdedor por dignidad, la dignidad del perdedor; el valor de los vencidos

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