domingo, 19 de diciembre de 2010

APRENDER DE LA DERROTA

Los buenos estrategas aprenden de las victorias y también de las derrotas. Ello supone un análisis de aquellos factores que contribuyeron a las situaciones contrarias. Pero no todos los derrotados tienen madera para el triunfo. El victimismo en cuanto hace a los “otros” responsables de las contrariedades, nos sitúa en la perspectiva equivocada. Los problemas no se resuelven con proponer un único responsable, cuando los implicados son diversos.
La debacle del PSC en las elecciones autonómicas catalanas es un hecho incuestionable: en el 2003, los socialistas obtuvieron 1.031.454 votos, y siete años después han perdido la mitad: tienen 570.000, a 600.000 votos de distancia de la coalición ganadora, CiU. Este hundimiento es, en parte, una manifestación local de un fenómeno global, la gran crisis de la socialdemocracia europea: 23 países de los 27 que forman la UE están gobernados por la derecha. Los partidos socialdemócratas europeos lograron, sobre todo a lo largo de los dos primeros tercios del siglo XX, importantísimos éxitos en aquellos países en los que pudieron aplicar, durante muchos años, sistemáticas políticas públicas democrático-socialistas: aumento del nivel y calidad de vida del conjunto de la población, eliminación gradual de privilegios e igualdad de oportunidades. Respetaron el sistema productivo capitalista, pero maniobraron para que los objetivos políticos socialistas pudieran regular, en la medida de lo posible, los factores económicos. Obviamente, el apoyo electoral popular a estos partidos era de una gran fidelidad.
Afirmaba Marcuse , ¿qué sistema es este que para garantizar su salud lo hace a costa del malestar de las personas? (Freud) La ofensiva de la derecha ideológica, cultural, económica y política desborda a la socialdemocracia en un mundo que evoluciona de las sociedades industriales a las sociedades posindustriales y donde el peso económico básico pasa del sector secundario al terciario (servicios).. Profundas transformaciones económicas estructurales, cambios ideológicos y decisivos cambios culturales. Entre ellos la disminución de la cultura de la solidaridad.
La socialdemocracia no puede pretender combatir la crisis con los criterios y políticas de la derecha. Solo recuperará el apoyo social si ofrece programas y actitudes de recuperación de los derechos de los ciudadanos. Es necesario recuperar el norte en nosotros mismos.

Moncho Ramos Requejo

No hay comentarios:

Publicar un comentario