domingo, 14 de noviembre de 2010

EL PRECIO DE LOS ALIMENTOS

Uno de los principales componentes de la geografía del hambre es el incremento incontrolado y constante de los precios de los alimentos. Tienen varias causas: el incremento del aumento del precio del petróleo, la caída en la producción de materias básicas de los países productores, la disminución de las reservas alimentarias de los países exportadores más pobres, el aumento de la demanda de biocombustible, la caída del valor del dólar, las restricciones a las exportaciones por parte de algunos países y, de manera significativa, la especulación sustentada en las Bolsas internacionales sobre mercados de productos básicos, el cambio climático, el crecimiento demográfico.
. La actual crisis ha dado lugar a casi un 10% de incremento del número de desnutridos que se registrará este año, debido a que los alimentos son más inalcanzables para la gente más necesitada, ya que a esos pobres les llega cada vez menos recursos en un contexto mundial en el que ha caído apreciablemente la Ayuda Oficial al Desarrollo y específicamente la ayuda alimentaria mundial. Las consecuencias de una ayuda más escasa a estos países, con un incumplimiento permanente de los compromisos que adquieren los compromisos de los países ricos en los foros internacionales y la carencias en la de la ayuda explican la gravedad que ha adquirido este problema.
La coincidencia que existe entre los países que tienen más población hambrienta y aquello que sufren más corrupción y falta de democracia real y donde se da un reparto de la tierra más desigual permite comprender cómo influyen también los factores políticos y sociales en la perpetuación de esta situación inhumana en el ámbito mundial.
Los grupos de población más afectados son los más vulnerables: parados de larga duración sin ayudas, trabajadores rurales sin tierras, por lo que son compradores netos de alimentos, familias con mujeres solas y madres, pobres urbanos. Esta legión de seres humanos que viven al límite se están viendo incrementado con rapidez por nuevos grupos y sectores sociales que hasta ahora habían salido indemnes, pero que ahora están viéndose afectados por la crisis económica. El hecho de que al mismo tiempo existan excedentes apreciables de alimentos en los países productores, que no pueden pagar los hambrientos de los países pobres en sus mercado locales debido al elevado precio que impone el mercado internacional, pone de manifiesto que el problema del hambre estriba en la forma en que está organizado el acceso a los alimentos. Hoy en día la falta de alimento no es debido a la escasez de los mismos, sino de pobreza, a las relaciones especulativas que dominan la economía y al poder que se ha decantado de manera decisiva sobre el predomino de lo económico en detrimento de la vertiente humanística y política. A la incapacidad política para luchar contra el monopolio y el oligopolio de los alimentos. La globalización afecta negativamente de manera determinante a los precios de los alimentos.

Moncho Ramos Requejo

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